7. Urbanismo y movilidad

 

PRIORIDADES ESPECÍFICAS  

  • Fin de las estructuras ‘escaparate’. 
  • Prioridad a las mejoras en los barrios.
  • Revisión del PGOU.
  • Mejor distribución de las zonas verdes y espacios de uso ciudadano e infantil.
  • Mejoras en la red de autobuses urbanos, con atención a la movilidad de los barrios periféricos. 
  • Revisión de las tarifas del transporte urbano con especial protección para las personas con mayores dificultades. 
  • Incentivos al uso de transporte sostenible (híbrido, eléctrico o ciclo turista).   

 

7.1. URBANISMO  

La Ciudad de Santander ha ido languideciendo en las últimas dos décadas. Dos han sido los factores que inciden en el deterioro del sistema urbano: la pérdida de población, por un lado, y la esclerosis de la economía ciudadana, por otro, que además tiene muchas derivadas, como el declive industrial, y de tráficos del puerto, o la crisis del comercio y de los servicios al ciudadano.  

A ello se suma el deterioro progresivo de la vivienda edificada por falta de políticas en materia de rehabilitación; lo cual, a su vez, incide en la falta de calidad de los espacios urbanos, de los vacíos e intersticios de la ciudad.  

La política y legislación en materia de alquiler tanto de locales comerciales como de vivienda también ha incidido negativamente en la calidad de los espacios urbanos, y en el desarrollo económico, que no se ha hecho mas grande y complejo en estructura o tejido, sino mas débil y simple, como demuestra el gran número de locales avocados al cierre sucesivamente en prácticamente cualquier zona de la ciudad.  

En materia de vivienda, la planificación urbanística ha creado por arte de magia bolsas de suelo urbanizable, de dudoso desarrollo, manteniéndose a la espera mejores tiempos, lo que constituye una retención especulativa inadmisible de suelo. Esta retención es palmaria al norte del municipio, donde se está al quite de actuaciones públicas, con el dinero de todos, para hacer viables algunos desarrollos urbanísticos, a la sombra de SENDAS, CLUBS DE GOLF, PARQUES PUBLICOS LITORALES Y… OTRAS OCURRENCIAS…como ASCENSORES, etc. En definitiva planes y actuaciones públicas al servicio del capital inmobiliario y de la promoción estelar del político de turno.  

En este estado de cosas el resultado de estas políticas ha sido el consumo de suelo, con tendencia al agotamiento, sin reservas estratégicas –el suelo rústico desaparece, y a un progresivo abandono del centro, por flujos de población hacia la periferia.  

Esto repercute en que los precios no sean accesibles a la población joven. Es como si el planeamiento urbanístico exportara los modelos de ocupación a otros  municipios y preferir ‘operaciones de más calado’.

El panorama por el sur tampoco esta muy despejado. Las actuaciones puntuales en el entorno de la Bahía no son precisamente un ejemplo de planificación, concertada o transparente. No son precisamente un ejemplo de participación ciudadana Hemos visto crecer como hongos instalaciones en el sistema general portuario, algunas de formas imposibles y color metaliforme, que suponen un impacto visual del que nadie parece sorprenderse, por no hablar de la calidad del aire…  

Barreras. La existencia de la barrera portuaria, a pesar de un Plan Director de la Fachada Marítima, es otro ejercicio de opacidad. La barrera de los espacios ganados para aparcamientos, cuya solución formal y uso refuerza la que ya supone la vialidad de acceso al centro de Santander, a la Estación Marítima o al túnel de Pereda.   

La barrera ferroviaria es otra pregunta sin respuesta. O sí: Operaciones pendientes de la generación de plusvalías  

Todo esto evidencia la falta de proyecto de ciudad. A estas alturas, la ausencia de modelo, de proyecto, no es sólo por culpa de los agentes implicados, sino que es responsabilidad de una clase política que ejerce el poder municipal sin importarle lo más mínimo la vida de las personas, y el deterioro económico y social de los ciudadanos.   

En las últimas décadas las gestión de los servicios municipales ha ido cayendo paulatinamente en manos privadas, con el pretexto de que su gestión resulta más barata…agua, luz, transporte, servicios asistenciales y sanitarios, educación…en definitiva… los municipios han dejado de prestar unos servicios imprescindibles para el bienestar humano. Es evidente el fracaso de este modelo de ciudad, y de prestación de servicios, que obliga a una paulatina reversión de los mismos a los ayuntamientos, tendencia mayoritaria en Europa, y que demuestra lo dóciles que hemos sido al dejarnos engañar.  

Es conocido el débil movimiento asociativo del municipio, pero eso no quiere decir que las relaciones de vecindad no sean en el futuro importantes. En especial, para eliminar las otras barreras, las de la pobreza, el racismo, la exclusión social…  

Un modelo de gestión ciudadana horizontal sí incide en el bienestar colectivo, y en una transformación de la ciudad. A este impulso ciudadano de transparencia, de participación, de decisión, de transformación, debe añadirse el proceso de disolución del actual poder político municipal en los ciudadanos.  

Creo que estamos ante un nuevo proceso de transformación de la organización municipal, de una nueva municipalidad. Del poder en manos privadas, hemos pasado al poder de los políticos que son sus peones, y ahora tiene que llegar el poder de los ciudadanos, el poder de los procesos verticales y horizontales, donde la participación y la movilización son la clave del éxito.  

Algunas de las medidas de este documento, pueden parecer instrumentos contundentes, pero más lo serían si nos convenciéramos que las actuales políticas para paliar el paro, la pobreza o la marginación, no son útiles si no se cuestionan la estructura de poder y el sistema social imperante.

PRINCIPIOS BÁSICOS   

I. Recuperación del Ayuntamiento para los ciudadanos. 

II. Transformar el municipio y la ciudad de Santander mediante una revolución municipal pacífica. 

III. Revertir el déficit de Participación en la elaboración de planes y en la toma de decisiones. 

IV. Derecho a una ciudad sensata y ambientalmente sostenible. 

V. Reducción de las desigualdades económicas y sociales: un urbanismo social.   

EJES DE ACCIÓN POLÍTICA

  • Evaluación del impacto del planeamiento territorial y urbanístico sobre los ciudadanos, prevaleciendo el interés público y ciudadano, y la defensa del medio ambiente.
  • Evaluación del impacto de todo plan o programa municipal, incluido el Plan Estratégico de Santander, que pueda formular o se haya formulado por la actual o las anteriores corporaciones municipales de Santander, sobre los ciudadanos, prevaleciendo el interés público y ciudadano, y la defensa del medio ambiente.  

Como consecuencia de lo anterior se someterán a REVISION EL PLAN DE AJUSTE ECONÓMICO MUNICIPAL (2018), EL PLAN ESTRATÉGICO DE SANTANDER (2020), Y EL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE SANTANDER (2024), siendo analizados y evaluados con carácter prioritario. Asimismo cualquier actuación urbanística, convenio municipal, o actuación de cualquier otra administración, quedará en suspenso, mientras no sea sometida a la consideración ciudadana.   

Especial y concretamente se producirá la SUSPENSIÓN DE TODAS LAS ACTUACIONES, PLANES O PROGRAMAS (INCLUIDOS LOS PLANES DIRECTORES, SECTORIALES O SIMILARES), Y SUS MODIFICACIONES cuya autorización sea municipal y se encuentren incluidos en una franja de suelo definida a doscientos metros a cada lado de la línea de la servidumbre de protección en materia de costas, o de la línea que delimite el suelo ordenado por el Plan General de Santander, del Sistema General Portuario (Puerto de Santander), mientras no sean sometidas a la consideración ciudadana.  

Finalmente, por su incidencia negativa sobre los ciudadanos de Santander, se propone INSTAR al Parlamento de Cantabria, A LA DEROGACIÓN DE LA LEGISLACIÓN ELABORADA Y APROBADA A ESPALDAS DE LOS CIUDADANOS, y sin su participación y colaboración efectivas, citando particularmente la legislación que en materia de suelo, ordenación del territorio, urbanismo y paisaje, que se encuentra actualmente en tramitación.   

 
7.1.1. Evaluación del modelo urbanístico actual  

En los últimos años se ha venido desarrollando en Santander un modelo urbanístico cuyo espíritu viene recogido de forma perfectamente clara en el Plan General de Ordenación Urbana.

Un Plan, cuya principal inspiración está basada en una falsa previsión de crecimiento demográfico de la ciudad de Santander y en un supuesto segundo foco de demanda de vivienda centrado en la búsqueda de segunda residencia, que a  la finalización de las obras de la Autovía de la Meseta habría hecho de Santander una de las zonas marítimas mejor conectadas con Castilla y León, con la consecuente llegada de visitantes, cuestión esta última que no se ha visto refutada en los últimos años a tenor de las estimaciones de número de viviendas vacías en el municipio, que ronda el número de 5000 viviendas.  

La  población de Santander no ha aumentado en estos últimos 20 años, de hecho resulta alarmante la tendencia en sentido contrario, habiendo perdido cerca de 20.000 habitantes en los últimos 20 años, un total del 10,4 % de la población. Pretender por lo tanto agotar todo el suelo al norte de la S-20 y S-20 Peñacastillo dedicándolo a la construcción (con excepción del suelo afectado por el POL),  obedece claramente a la intención de satisfacer la insaciable ambición y las expectativas de los promotores.  

Consideramos que con este plan, Santander continúa recorriendo la senda  que ha caracterizado al resto del Estado en los últimos 20 años, la de  ejercer un modelo urbanístico destructivo, indeseable e insostenible, merced a la pasividad o connivencia de los responsables políticos.   

Establecer además como eje fundamental un planteamiento límite, como es el de urbanizar en un corto espacio de tiempo hasta un 80% del suelo disponible, salvando el POL, solo se puede calificar como un disparate, que más allá de cuestiones de sentido común, como la de no atender a cuestiones coyunturales que puedan romper estas previsiones de demanda, ya de por sí poco creíbles, sumirían a la ciudad en unos niveles de endeudamiento realmente difíciles de superar, con los consiguientes problemas derivados para la prestación de servicios indispensables para el conjunto de los actuales vecinos de Santander. Es sin duda un plan que no considera como prioritaria, la calidad de vida de los Santanderinos.  

Es además un Plan incoherente con los principios de sostenibilidad que en él mismo se recogen. No se puede hablar de sostenibilidad cuando se habla de prácticamente agotar, un recurso básico como es el suelo, siendo además en un entorno natural incomparable como es nuestro municipio.  

Un plan que no valora la diversificación productiva y económica de Santander, no contemplando el destino de espacios a otros usos que no sea el inmobiliario, sector frágil, perecedero, nocivo, dejando además la puerta cerrada a la posibilidad de implantación de empresas que relancen hacia otros sectores, basados en la innovación, el desarrollo, la industria, la logística o las nuevas tecnologías, la economía del que debe ser el principal motor económico de Cantabria.   

El espacio para este uso queda limitado a los actuales polígonos industriales, junto al PTCcan, habiéndose demostrados absolutamente insuficientes. Cuestión esta que ahondará en la diáspora poblacional que sufre Santander en los últimos años, ante la falta de perspectivas de empleo.  

De las 28 zonas específicas a desarrollar casi todas contemplan la realización de expropiaciones, demolición de edificios antiguos, a cambio de indemnizaciones (sin que se explique el montante, ni el origen de los recursos económicos necesarios), compensaciones o realojos, siendo las actuaciones más agresivas en la zona  histórica de Prado San roque y Entrehuertas.

En estas actuaciones se prevé en total la construcción de más de 4000 viviendas, dentro de el actual casco urbano de la ciudad, para las que no hay demanda alguna, teniendo en cuenta las 5000 viviendas vacías antes señaladas.  

Asimismo estas actuaciones suponen un atentado contra las zonas más representativas del Santander Antiguo, en las que se recogen los pocos vestigios de historia que quedan en la ciudad, a causa de las catástrofes que han sobrevenido en nuestra historia reciente (incendio de 1941) y las no menos catastróficas actuaciones que en materia urbanística se han venido impulsando desde entonces, desde el propio ayuntamiento.  

Entendemos que en una sociedad democrática como la nuestra, ya es hora de planificar la ciudad al servicio de los habitantes y su calida de vida y por eso desde Ganemos Santander Sí Puede impulsaremos un proceso participativo donde toda la ciudadanía colabore en la planificación y la organización del modelo de ciudad que queremos, especialmente los vecinos de las zonas afectadas por las previsiones del plan actual.  

 

7.1.2. Modelo de ciudad que defendemos  

El actual modelo de desarrollo urbano de Santander, basado casi exclusivamente en el consumo de recursos, se muestra claramente insostenible.  

Su propuesta de  crecimiento expansivo y acelerado  implicaría el aumento del consumo de servicios y recursos, incrementando la presión sobre los sistemas de soporte que nos los proporcionan a nuestra ciudad.  

La tendencia del actual plan, enclavado en los modelos urbanísticos dominantes en España,  es la de una ciudad difusa, donde se separan las funciones de la ciudad en áreas distantes entre sí y, por tanto, requerirán largos desplazamientos para cubrir dichas funciones.  

Sólo en el área de movilidad, este modelo provocaría  un aumento del coste de los servicios, con el consiguiente incremento de tasas e impuestos así como desde un punto de vista meramente ecológico,  emisiones de gases a la atmósfera, de superficie expuesta a niveles de ruido inadmisibles, de accidentes y de horas laborales perdidas en desplazamientos. Aparte de en el transporte, el modelo de ciudad que se nos propone, crea una ciudad difusa con serias disfunciones en términos  de complejidad (genera espacios monofuncionales), de eficiencia (el consumo de recursos es elevado) y de estabilidad y de cohesión social (segrega a la población según sus rentas).  

Por un modelo de ciudad sostenible  

Es necesario ir hacía otro modelo que a la vez que da respuesta a las disfunciones que las ciudades actuales presentan y que aborde los retos de la sociedad actual: los relacionados con la sostenibilidad y la entrada en la sociedad de la información y el conocimiento.   

El modelo de ciudad compacta y diversa es el que mejor se posiciona en este proceso hacía la sostenibilidad en la era de la información. Este modelo permite concebir un aumento de la complejidad de sus partes internas, que es la base para obtener una vida social cohesionada y una plataforma económica competitiva. Al  mismo tiempo, ahorra suelo, energía y recursos materiales.

Por un modelo de ciudad funcional  

La compacidad es el eje que atiende a la realidad física del territorio y, por tanto, a las soluciones formales adoptadas: la densidad edificatoria, la distribución de usos espaciales, el porcentaje de espacio verde o de viario. Determina la proximidad entre los usos y funciones urbanas. Este eje está acompañado del modelo de movilidad y espacio público y el modelo de ordenación del territorio derivado. El espacio público es el elemento estructural de un modelo de ciudad más sostenible. Es el espacio de convivencia ciudadana y forma, conjuntamente con la red de equipamientos y espacios verdes y de estancia, los ejes principales de la vida social y de relación. La calidad del espacio no es sólo un indicador relacionado con el concepto de compacidad, sino que al mismo tiempo es indicador de estabilidad.  

Por un modelo de acercamiento entre las personas y sus entornos  

Las estrategias urbanas que permiten incrementar el índice de diversidad son aquellas que buscan el equilibrio entre usos y funciones urbanas a partir de la definición de los condicionantes urbanísticos. Se trata, entre otros objetivos, de acercar a las personas a los servicios y a los puestos de trabajo, entendiendo que con ello se reduce, desde el punto de vista de la energía, el consumo de esta. Indicadores como los de autocontención laboral y autosuficiencia laboral permiten conocer el grado de proximidad entre residencia y trabajo.  

En cortes temporales sucesivos, los indicadores de complejidad (diversidad) muestran la madurez del tejido urbano y la riqueza del capital económico, del capital social y del capital biológico.   

 

7.1.3. Situaciones concretas y actuaciones concretas   

FALTA DE PLANIFICACIÓN Y DE MODELO DE DESARROLLO DE CIUDAD   

Ejemplo sangrante: En el documento Análisis Integral de la ciudad de Santander, dentro del Plan Estratégico de Santander 2010-2020, en su página 81, se afirma: "En el Puerto de Santander, los muelles destinados específicamente al atraque de buques de pasajeros son los de Albareda y Almirante". Es decir, en dicho plan no se hace referencia alguna al Centro Botín. Con la construcción de esa faraónica obra se inhabilita la función de atraque del Muelle de Albareda. Y, más aún, la ubicación del centro se fundamentó en que “el Muelle de Albareda había perdido su uso portuario”. La Administración municipal ha actuado en la decisión de su ubicación con una absoluta prepotencia, existiendo otras alternativas.  

MODELO DE DESARROLLO BASADO EN EL LADRILLO Y EN CRITERIOS POBLACIONALES DELIRANTES  

A pesar de la disminución de la población, hemos pasado de 196.000 habitantes en 1991 a 176.000 en 2014, y del número de viviendas vacías (sobre 14.000), se siguen construyendo viviendas en Santander. Viviendas que tampoco se ocupan. El PGOU vigente se planificó para un aumento demográfico que no se ha visto plasmado en la realidad.

NULO INTERÉS EN MANTENER EL PATRIMONIO HISTÓRICO  Y PROCESO DE GENTRIFICACIÓN  

Gentrificación: proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.  

Numerosos ejemplos: Cabildo de Arriba; el Barrio Pesquero, todas las actuaciones previstas en Varadero según el proyecto de reordenación del el frente marítimo (construccion de viviendas, centro comercial), Prado San Roque y Río de la Pila.  

El ayuntamiento, en sus planes de ordenación del frente marítimo, pretende destinar el solar comprendido entre la Biblioteca, el Barrio Pesquero,  la calle Marqués de la Hermida y la ribera del mar, a la construcción de cientos de viviendas, un centro comercial, oficinas e instalaciones hoteleras  y de ocio, así como otros posibles edificios. La masificación urbanística en Varadero además de perjudicar directamente al interés general  de los habitantes, contradice el diagnóstico mantenido por el Plan General de Ordenación Urbana de Santander, en el que se reconoce como algo prioritario procurar para este distrito la mayor superficie posible de espacio libre, dotacional y de zonas verdes.  

ATAQUE A LA NATURALEZA Y CEMENTIZACION DE LA CIUDAD  

A pesar de que se aspiró en su momento a ser Ciudad Verde Europea, todas las remodelaciones de los parques de la ciudad han supuesto:

  • Disminución de zonas verdes sustituyéndolo por pavimento y cemento.
  • Desaparición de árboles de porte, siendo sustituidos por arbustos de maceta 
  • Talas abusivas de árboles existentes.  

Ejemplos: Parque de la Marga, Parque Tetuán y Futuro Parque de Amaliach (entrada túnel de Tetuán).    

 

7.1.4 Propuestas    

Medidas generales:  

  • Romper con el modelo de ciudad de proyectos faraónicos como el Centro Botín. 
  • Apostar por un urbanismo no especulativo a la medida de las personas y no de las constructoras o los políticos del PP. 
  • Suprimir y revisar todos los planes propuestos por el consistorio santanderino. 
  • Cumplir la legislación del sector y subordinar la actividad urbanística al interés general, recuperando la planificación y ordenación territorial, que se ha abandonado durante estos años. 
  • Apostar por una ciudad compacta y con funciones diversas, que reduzcan las necesidades de movilidad obligada.
  • Prohibir nuevos desarrollos urbanísticos desgajados de núcleos preexistentes. Siempre que sea posible, los desarrollos se realizarán ocupando los vacíos urbanos (solares) cuando el área  esté adecuadamente equipada de espacios verdes. 
  • Impulsar políticas de regeneración urbana, mejorando la habitabilidad de los cascos urbanos consolidados. 
  • Preservar el patrimonio municipal de suelo de los ayuntamientos, que debe dedicarse exclusivamente a vivienda protegida y social de venta o alquiler o a equipamientos públicos de gestión directa. 
  • Transparencia y participación pública en las comisiones de urbanismo, con representación amplia de las organizaciones de defensa ambiental. 
  • Apoyar el proyecto de una ciudad más amable: La arquitectura se introduce en un tejido urbano o territorial con un sedimento histórico y social. Las barbaridades realizadas y tanto arquitecto estrella han desvirtuado una arquitectura más amable y culta que nunca debimos abandonar.   

Planes y proyectos urbanísticos   

Ganemos Santander Sí Puede propondrá:  

a) Paralización cautelar y revisión del PGOU elaborado por el actual gobierno municipal. 

b) Redactar un Plan de Urgencia Integral que acometa las actuaciones urbanísticas más urgentes, encaminadas sobre todo a la recuperación de las zonas más degradadas. 

c) Elaborar una auditoria y paralizar las operaciones urbanísticas especulativas, de expolio de suelo y patrimonio público. 

d) Rehacer el proyecto urbano de Santander de forma participada y democrática, planteando una revisión integral del espacio urbano, en especial sobre los suelos no desarrollados y las áreas urbanizadas en los años del desarrollismo y la burbuja inmobiliaria. La participación deberá ser especialmente importante en zonas como Monte, Cueto, Peñacastillo, San Román, Prado San Roque, Río La Pila, Cabildo de Arriba, Tetuán, Castilla-Hermida, Frente Marítimo, entre otros. 

e) Promover el reequilibrio territorial mediante la delimitación de áreas de oportunidad estratégica asociadas a la mejora de la competitividad urbana de las zonas degradadas o desfavorecidas. 

f) Revertir el proyecto de la Senda eliminando completamente las estructuras superfluas. 

g) Plan urbanístico del conjunto del Frente Marítimo.   

Reequilibrio y recuperación de zonas  

a) Diseñar un modelo de distribución geográfica de las actividades basado en el equilibrio territorial y en la movilidad sostenible, con la finalidad de mejorar la calidad de vida en nuestra ciudad.

b) Establecer Planes de Barrio que cuenten con procesos de amplia participación ciudadana y estén basados en un análisis de la situación y las necesidades reales a nivel local.  

c) Elaborar Planes Integrales en zonas deterioradas, con una clara orientación a la reconversión urbana de las zonas de expansión residencial y algunas zonas de la ciudad consolidada. 

d) Priorizar las operaciones de rehabilitación del espacio público a pequeña escala que permitan adaptar y actualizar infraestructuras (bancos, aseos públicos, fuentes...) al tiempo que ampliar el uso de calles, plazas, parques y equipamientos por parte de la ciudadanía. 

e) Desarrollar en zonas deterioradas planes integrales que tengan como objetivo la rehabilitación física y social de los territorios mediante procesos participados que incorporen la perspectiva de la ciudadanía más desfavorecida en el diseño, uso y distribución de los usos.  

f) Regeneración y rehabilitación de la edificación con criterios de sostenibilidad medioambiental y de eficiencia energética, tanto en los espacios con valor histórico como en los de la vivienda resultante de los procesos de la expansión desarrollista. 

g) Otorgar ayudas a la rehabilitación del parque oculto de infraviviendas, atendiendo particularmente la situación de las personas que las habitan y el destino final de las ayudas.  

h) Promover la adaptación, la rehabilitación y la puesta en uso de la edificación deteriorada y del espacio público como lugar de convivencia, buscando el reequipamiento dotacional y de servicios de barrios (calidad del paisaje, elementos urbanísticos, viviendas, energía...). 

i) Crear una Agencia de Movilidad y Accesibilidad que potencie las políticas de proximidad y accesibilidad y se coordine con las agencias de vivienda en alquiler y de empleo para establecer políticas de proximidad entre residencia y empleo. Teniendo en cuenta como elementos característicos de este ámbito: el empleo de proximidad, el fomento del pequeño comercio, la equipación integral y la autosuficiencia conectada de los barrios (barrio-ciudad). 

j) Recuperación para uso público del espacio ocupado por las vías de la FEVE, dentro de un PLAN GLOBAL PARA TODA LA ZONA FERROVIARIA.  

Transparencia en la gestión urbanística

a) Establecimiento de mecanismos que garanticen el control, la transparencia y la participación en la gestión urbanística. 

b) Elaboración de Protocolos de transparencia en la tramitación urbanística, contando siempre con participación ciudadana y evitando las actuaciones especulativas. 

c) Facilitar la participación ciudadana en la tramitación del planeamiento, tanto en el periodo de revisión como en el de ejecución.  

d) Establecer requerimientos estrictos en la venta de aprovechamientos urbanísticos, evitando con ello la perversión de recalificaciones como forma de ingresos para el Ayuntamiento, y siempre asociándolos a compensaciones extraordinarias de interés social.

e) Auditar los compromisos y derechos adquiridos del Ayuntamiento, debidos al planeamiento vigente y a sus modificaciones puntuales. 

f) Aplicar medidas de fomento de la participación y el control ciudadanos en la recuperación del espacio urbano.  

Coordinación de las políticas de desarrollo urbano a escala municipal y autonómica   

a) Impulsar desde el Ayuntamiento la elaboración de un Plan de Estrategia Territorial que permita la necesaria colaboración del Gobierno regional y los municipios en la integración y adecuación de cada plan municipal a una estrategia común. 

b) Promover espacios de cooperación urbana que promuevan la cohesión territorial entre el municipio de Santander y los municipios aledaños que conforman la corona metropolitana.   

 

7.2. MOVILIDAD   

Se debe caminar hacia un proyecto de ciudad sostenible bajo una concepción integral, y a ello deben colaborar diversas líneas de trabajo, de las cuales algunas ya se han señalado anteriormente, todas ellas integradas y coordinadas en un Plan Integral de Movilidad, racional, sostenible y participado, partiendo de la necesidad de dotar a los servicios competentes de los recursos necesarios para su ejecución:   

  • La ordenación del tráfico constituye el principal factor de impacto ambiental en Santander. Debe profundizarse en un diseño más sostenible y una ciudad más habitable. La falta de conjunción y las incoherencias entre las diversas actuaciones siguen siendo habituales, generando impactos de ruido, contaminación, saturación de espacios, inaccesibilidad, suciedad, deterioro del patrimonio artístico, etc. En esa línea debemos señalar diversos planteamientos fundamentales:  

1. Seguir con el desarrollo de las políticas de peatonalización del centro de la ciudad, no suficientemente desarrolladas. 

2. Limitación del uso del vehículo privado. Algo que apenas está desarrollado y que, en cualquier caso, viene derivado de un afán recaudatorio. Fomentar el taxi no contaminante y accesible (para diversidad funcional/ intelectual).  

3. Priorización absoluta del transporte público, adecuando más carriles exclusivos que le permitan mejorar su velocidad y frecuencia.  Unificar la red de transporte público, reestructurando líneas y tarifas, encaminándola hacia una intermodalidad completa que incluya la bicicleta pública.  Incrementar y la regularidad del transporte TUS. Implementar tarifas más acordes a la renta incluyendo el bono social y familiar.  Fomento del uso de la bicicleta con el desarrollo de campañas que incentiven su uso como una práctica saludable y protectora del medio ambiente. Habilitación de estacionamientos para bicicletas y desarrollo de de carriles bici (inadecuados los existentes). Puesta en marcha de campañas de concienciación sobre el respeto de los carriles bici como viaria exclusiva para estos vehículos. Elaborar un Plan Director de la bicicleta adaptado a las condiciones actuales que desarrolle una red de carriles bicis integrada y coherente, consultando con los usuarios.

  • Desarrollar un plan de Movilidad Peatonal para la ciudad y los barrios. 
  • Elaboración de un plan global de aparcamientos en la ciudad, con la participación de organizaciones de consumidores y vecinales, tanto para transeúntes como residentes, que pueda dar respuesta a las necesidades presentes y futuras y al propio diseño de la movilidad en la ciudad. Revisar la política de aparcamiento regulado y fomentar el actual sistema de prioridad residencial y peatonal.  
  • Aumento y mejora, en general, de las zonas verdes.  
  • Elaborar un plan de energías sostenibles y no contaminantes en el transporte con uso de energía de origen sostenible en todos los modos de transporte público. 
  • Promover las políticas de movilidad sostenible y accesible en el conjunto del área metropolitana, con especial atención a las zonas menos dotadas.  
  • Favorecer comercios, servicios y espacios culturales de proximidad minorando los desplazamientos obligados e incentivar a las empresas para que fomenten la movilidad sostenible entre su personal empleado y usuario. 
  • Desarrollar políticas orientadas a mejorar  los valores de calidad del aire y ruido en zonas de tráfico especialmente denso, como la zona de Castilla-Hermida 
  • Reducción de la velocidad en la ciudad mediante el establecimiento y ampliación de las zonas 30 y la reducción de la velocidad en las grandes arterias de entrada a la ciudad. 
  • Estudiar medidas para favorecer un parque móvil menos contaminante, con especial atención a los vehículos de gran cilindrada y altas emisiones. 
  • Fomentar el orden de prioridades en la ciudad: peatón, bici, transporte público, taxi, moto, automóvil particular. 
  • Priorizar un diseño urbano que garantice la accesibilidad plena a peatones y ciclistas.

Buscar en el sitio

© 2015 Todos los derechos reservados.